142. EN LA HORA POSTRERA
Colom. M.
En la hora postrera, cuando Cristo fuera En la cruz clavado por nuestro pecado,
Tiernamente dijo a Juan y a la madre:
"HE AQUÍ TU HIJO, HE AQUÍ TU MADRE"
Cuando le clavaban y le denostaban Imploró clemencia, perdón y paciencia En favor de aquellos que en
tinieblas, yacen,
"Pues ignoran ellos" dijo: "lo que hacen" En su angustia, llama, "SED YO TENGO"
y exclama, ¿y sabéis que hicieron? Vinagre le dieron. A aquel penitente
que buscarle quiso,
Le ofreció la fuente de su Paraíso.
Con solemne calma encomienda su alma,
A su padre amado que ya le ha dejado,
Por el vil pecado de un
mundo soez y clama angustiado. "¡CONSUMADO ES!"
¡Cuando felices fuimos desde que creímos
En el Cristo amado que fuera inmolado!
Fue a la tumba fría y resucitado,
Un hermoso día fue glorificado.
En la hora postrera, cuando Cristo fuera En la cruz clavado por nuestro pecado,
Tiernamente dijo a Juan y a la madre:
"HE AQUÍ TU HIJO, HE AQUÍ TU MADRE"
Cuando le clavaban y le denostaban Imploró clemencia, perdón y paciencia En favor de aquellos que en
tinieblas, yacen,
"Pues ignoran ellos" dijo: "lo que hacen" En su angustia, llama, "SED YO TENGO"
y exclama, ¿y sabéis que hicieron? Vinagre le dieron. A aquel penitente
que buscarle quiso,
Le ofreció la fuente de su Paraíso.
Con solemne calma encomienda su alma,
A su padre amado que ya le ha dejado,
Por el vil pecado de un
mundo soez y clama angustiado. "¡CONSUMADO ES!"
¡Cuando felices fuimos desde que creímos
En el Cristo amado que fuera inmolado!
Fue a la tumba fría y resucitado,
Un hermoso día fue glorificado.